Descripción
El recinto mide 94’50 metros de largo por 48’8 metros de ancho. Se adapta a la topografia del terreno y tiene mayoritariamente una forma redondeada. Donde se aprecia más es en la parte este donde se encuentra la iglesia de Sant Pere, el ábside de la qual aprovecha parte de una torre circular de defensa.
Constituye un extraordinario ejemplo de villa cerrada medieval. Está envuelta de murallas de grande dimensiones, de 8 a 9 metros de altura y de 1'5m. a 2 m. de grosor.
Éstas se asientan directamente sobre roca calcárea y están formadas por piedra y rebozado. En todo el recorrido de la muralla existe el paso de muralla situado a la parte superior, con una anchura de 1 metro y 70 centímetros, actualmente en proceso de restauración. Tiene una única entrada fortificada al lado sur, formada por una doble puerta de arcos adovelados situados en sentido perpendicular para reforzar la defensa del lugar. En el interior hay la plaza central donde podemos encontrar: un pozo, que se cree que podía haber sido un pozo de hielo; un "cup" donde se fermentaba el vino, i dos cisternas que recogían el agua de la lluvia. En la parte central de esta plaza donde encontramos la casa, donde se cree que originariamente había una torre cuadrada que se amplió formando parte de el edificio que podemos ver hoy.
El conjunto se organiza a partir de la plaza central desde donde salen dos calles:
La de la derecha conduce a la iglesia de Sant Pere. La iglesia original era de estilo románico y se construyo en el extremo este de la fortificación aprovechando una torre circular defensiva para la construcción del ábside. El edificio ha estado reformado a lo largo de la historia. La transformación más importante se realizó entre los siglos XVII y XVIII cuando se construyeron las capillas laterales y la torre del campanario. En el interior se instaló un retablo barroco del cual hoy sólo queda una mesa pintada. La construcción del retablo obligó a levantar una pared de separación entre la nave y el ábside. Durante la primera fase de las obras de restauración de la muralla, que se acabaron en el año 1997, se descubrió el ábside románico. De la iglesia actual, sólo queda la parte del ábside y la puerta de entrada (parte oeste) que son de la iglesia original románica.
Desgraciadamente, se encuentra envuelta de edificios anexos que no dejan ver en su totalidad la fachada.
La calle "Rodó": éste envuelve la muralla por los lados norte, oeste y sur. En la parte norte se conserva una porche de gran interés arquitectónico. Siguiendo el perímetro de la fortaleza, llegaremos al antiguo horno de pan comunal, el cual se ha restaurado manteniendo las losas sobre las cuales se amasaba el pan. Éstas están deformadas por el desgaste de la presión que se hacía cuando se amasaba el pan sobre del mismo.
El 22 de abril de 1949 el pueblo de Montfalcó Murallat se declaró Bién Cultural de Interés Nacional.